El origen de la tapa
La historia de los bares de tapas en Murcia no podría tener distinto origen que el de la historia de la tapa en toda su extensión. Pero ¿de dónde surge la tapa? Esa pequeña cantidad de comida que se sirve en la mayoría de los bares para acompañar las bebidas.
Hay multitud de leyendas, todas ellas tienen dos cosas en común: hay un rey y una racha de viento. Independientemente del rey, que según una versión de las más conocidas no era otro que Felipe II, o en la mas creíble, puesto que anteriormente a él no se recuerdan las tapas como tal, que sería la de Alfonso XII, sin esta historia, los bares de tapas en Murcia no podrían existir. Bueno, existirían, pero no se los conocería como bares de tapas.
La historia de la tapa murciana
La historia que te contaremos es la de Alfonso XII. Resulta que Alfonso decidió viajar hasta Andalucía. Encontrándose con su séquito entre Cádiz y San Fernando, decidió el rey que pararían en la venta del Ventorrillo del Chato, abierta aún hoy en día y que está a pie de playa.
El rey pidió una copa de vino de Jerez que por supuesto le sirvieron. Aquí quiso la casualidad que se levantara una racha de aire que arrastró arena de la cercana playa, y quiso también la fortuna que el camarero fuera un gaditano avispado y fino. Antes de que la racha de viento dejara el jerez del Rey lleno de arena, acertó a tapar la boca de la copa con una loncha de jamón. Cuando el rey se giró y vio el jamón sobre la copa, preguntó y aquel camarero contestó: “una tapa para que no entre la arena majestad”. Al rey le hizo gracia y pidió la siguiente copa con tapa también.